Rubi está deseando encontrar ese hogar cálido que le permita ronronear y maullar con gustito mientras le dan caricias... ¿Te gustaría ser tú? Esta es su historia.
Rubi vivía y comía en la calle, cerca de una casa que le daba siempre de comer. El antiguo dueño de ese lugar la dejó allí junto a otra gatita. Había que esterilizarlas, porque el peligro a que tuvieran cachorros era inminente dado que empezaban a crecer.
Pero al hacerlo, nos dimos cuenta de que era tan buena y cariñosa, que no vimos que fuera viable la opción de volver a dejarla en la calle. Es una gatita que necesita cariño y mimo. Necesita un hogar. Y la calle no es un sitio para ella.
Si crees que podrías darle esa oportunidad que no sabemos hacia dónde podría llevarte junto a él... ¡contáctanos!